El autor hace en este libro un razonado y valiente alegato de por qué el cristianismo tiene que cambiar o morir. Se dirige a los cristianos en exilio. Como el pueblo de Israel hace 26 siglos, muchos cristianos se sienten hoy fuera del hogar religioso en el que nacieron. El mundo moderno ha cambiado tanto, que los relatos, creencias y normas religiosas con que fueron educados, hoy los sienten desfasados, procedentes de un mundo que desapareció hace tiempo El cristianismo ha tenido y tiene todavía pánico a la libertad, a la búsqueda, a la investigación, a la actualización y reinterpretación de las fórmulas y creencias religiosas que se van haciendo poco a poco incomprensibles, o que quedan incluso obsoletas. Preferiría que no cambiará nada, y que nadie lo pusiera en cuestiónPero esto no es posible, y hoy es además urgente cambiar o morir.