En un mundo de alta diferenciación sistémica, cultural e individual, las pretensiones de unidad, armonía o cohesión pueden estar tan justificadas como siempre, pero, como es de esperar, resultan insuficientes para comprender las paradojas, contradicciones y autoinmunidades inmanentes de su constitución. Por medio de una revisión histórica del concepto de contingencia en filosofía, sociología y ciencia, y su posicionamiento en la teoría de sistemas sociales de Niklas Luhmann, este libro busca ofrecer claves para reconocer la complejidad de ese mundo, su incompletitud e irreductibilidad. Su propuesta es "ética de la contingencia", una modalidad cognitiva y normativa de experimentar la ausencia de fundamento, entender su dinámica y ofrecer orientaciones para la relación entre individuos y sistemas en la sociedad contemporánea.