En este museo no se permite tocar el arte. Pero esto no quiere decir que el arte tenga que permanecer quieto... Pinturas y esculturas cobran vida cuando una niña visita un museo con sus compañeros de clase. Lo que empieza como un recorrido más por el museo se convierte en un sensacional desfile puesto que el arte, que no se tiene que tocar, toca a los jóvenes visitantes del museo de manera sorprendente.