Las nuevas tecnologías de la información han modificado nuestra forma de ver el mundo y condicionado nuestra percepción de la realidad, hecho que se ha traducido en una nueva política, basada en el populismo, que busca la fragmentación, el desgaste y la polarización de la sociedad. Para presentar un relato que sea asumido como propio por la comunidad a la que se dirigen, hacen uso de una estrategia que, en la era de internet, tiene como principal arma la desinformación: bulos yáfake newsácorren sin freno por la red y suponen una grave amenaza para la democracia al situar en el debate público problemas que, a menudo, son inexistentes. El discurso de Donald Trump en Estados Unidos, el de los partidarios del Brexit en el Reino Unido y el de los independentistas desde las instituciones catalanas durante eláprocésáenmascaran la realidad, debilitan el sistema democrático y contribuyen a crear, cada vez más, una sociedad dividida y desinformada. Pero ¿son las redes y los medios los culpables? ¿En qué momento los ciudadanos bajamos la guardia y perdimos la mirada crítica sobre los políticos?á EnáSon molinos, no gigantes,áIrene Lozano analiza en profundidad, desde su posición como política en activo, la crisis de la racionalidad y la comunicación que amenaza la democracia actual, un sistema que no puede sobrevivir sin un conocimiento claro de la realidad por parte de los ciudadanos. Una realidad que el populismo pretende desdibujar para que, como le ocurrió a nuestro Quijote, confundamos molinos con gigantes.