Coged a un joven periodista, Leo Roa, lanzadlo al espacio en medio de montones de chatarra, de bestias improbables, de malos, de criaturas salidas de todas partes y sobre todo envolvedlo todo de virtuosismo, de elegancia y de ese sentido del ritmo que sólo pertenece a Juan Giménez. Obtendréis una de esas escasas historietas de acción donde el futuro se lee riendo.