Todo ser humano dispone de un tiempo y un espacio para materializar su vida, para edificar la obra de arte más importante: su propia existencia. Cada persona puede vivir despierta o dormida. La decisión es única, personal e instransferible. Cada itinerario es diferente y profundamente incierto. Al nacer no sabemos qué nos espera. La vida es una aventura. Pero llegar a ser uno mismo requiere decisión y valentía. Descubrir la propia naturaleza y vivir conforme a ella exige valor. De este valor habla el presente libro. Exige un proceso de trabajo interior en siete etapas: la autoconciencia, el autoconocimiento, la autoposesión, la autodeterminación, el autogobierno, la autodonación y la autorrealización.