Igual que en los bazares orientales se puede encontrar todo tipo de objetos, en este libro podemos hallar los textos más diversos. Hay pequeños ensayos, cuentos, haikus, argumentos de relatos, fragmentos de historias más largas, entradas de diario, notas antropológicas, históricas, hay autobiografía, recuerdos, crítica, opinión, aforismosà Parece que el título está justificado. En estas notas y fragmentos vuelven una y otra vez los temas más queridos del autor, que por otra parte son los temas de los que se suele ocupar la literatura: el paso del tiempo, el sentido de la vida, el amor, la infancia, la memoria, la inagotable novedad del mundo, los libros, el cineà Muchos de estos textos están en la línea de las obras anteriores de Emilio Gavilanes. En este libro conviven todos sus mundos. Bazar es un libro desordenado y múltiple. Pero quizá todos los fragmentos que lo componen constituyen una especie de mosaico cuyas teselas trazan la imagen del autor.