Desde las muchedumbres de un Nueva York atestado, a la imagen de la soledad de una mosca en su ventana, Charles Simic nos presenta con un estilo muy suyo, un nuevo poemario en el que mordaz y sarcástico realiza un incisivo acercamiento a la realidad desde la oscuridad de su propia cama. La falta de luz (un intento de no despertar a su esposa en las noches de insomnio) hace que el poeta condense su cosmovisión en sesenta breves, enigmáticos poemas donde muestra un mundo absurdo, trágico pero, siempre brillante. Una visión agridulce característica de una de las voces más reconocidas y admiradas del panorama poético internacional.