Luis Marcelo Pérez ha compuesto en "Lobo atado" un libro inusual para nuestra época. Porque es un libro de amor que se expresa como tal, en su realidad y en su presente, con toda su potencia y la fuerza del instinto pero donde el lenguaje juega como muro de contención. El impulso erótico, su vértigo y la energía vital que de él provienen están expresados con una palabra límpida, sin artificios de notoriedad o de buscada dificultad. Si habláramos en términos estilísticos nos remitiríamos a una retórica de la sencillez, de la claridad de un sentimiento expresado también en esos términos.