Frente a quienes han tildado a Sor Patrocinio de impostora y la han denigrado con el titulo despectivo de "la monja de la llagas", este libro acepta el reto y desvela la gran dimensión humana y espiritual de Sor Patrocinio y por eso se titula "las llagas de la monja". Cuando Sor Patrocinio ingresó en el convento del Caballero de Gracia en 1829, su abadesa fue la primera sorprendida por los acontecimientos extraordinarios de la vida de la novicia. Y por consejo de sus superiores anotó con todo sencillez y rigor lo que ella veía en una largo cuaderno. Este escrito es el que ahora se publica y se anota extensamente en este libro, enmarcando los acontecimientos en el ambiente histórico del siglo XIX. El resultado es que una vez más la verdad resulta más interesante que la ficción.