«Circunstancias históricas han hecho del Talmud, aún más que de la Biblia, el libro hebraico por excelencia, aquel en que su genio singular más claramente se reconoce y con el que más absolutamente se identifica en un recíproco cambio de virtudes y de augurios faustos y adversos.» El Talmud, que según la tradición fue transmitido de forma oral durante generaciones y generaciones, tuvo su principal desarrollo escrito entre los siglos I y IV de la Era Común, aunque nunca se ha dado por finalizado, a diferencia de la Biblia. Producto de siglos, su construcción incremental fue debida a una sucesión de sabios judíos que dedicaron sus vidas al estudio y al debate y discusión de los más variados aspectos de la existencia humana. Este libro ûlargamente perseguido por el antisemitismo y cuya divulgación fuera del mundo judío comenzó en el siglo XIXû, fue vertido por primera vez a la lengua española en esta antología talmúdica de Rafael Cansinos Assens, publicada en 1919 por Editorial América. Las Bellezas del Talmud, más que una traducción, es en realidad una obra literaria de Cansinos ûconstruida a partir de edicio