Un día de primavera, las flores comenzaron a crecer en la cabeza de mi hermano mayor. Al principio, se asustó y no sabía qué hacer con ellas. Fuimos a ver a la abuela, que lo sabe todo sobre flores, pero ni siquiera ella sabía qué eran. Mi hermano le pidió a papá que se las cortara. Papá le dijo: "¡Pero todavía no las has escuchado!" Entonces, las flores empezaron a hablar con él...