«Esto es algo que me he grabado a fuego desde la primera vez que la Boticaria García me lo dijo. Luego vinieron otras enseñanzas, como que "el jamón de york NO existe" o que "los palitos de cangrejo son el mal". Si en el supermercado sienten remordimientos cuando están a punto de echar mano a ese paquete de galletas que les llama sin piedad, si no saben qué demonios es el glutamato o hiperventilan cuando se ponen delante del lineal de los yogures, este es su libro. Porque uno de los mayores valores de su autora es que usa el sentido común para enseñarnos a leer las etiquetas de los productos y que no nos dejemos llevar por las apariencias;que aprendamos a comer mejor sin arruinarnos. Nadie dijo que fuera fácil. Pero tiempo al tiempo...». Del prólogo de Laura Baena Fernández, fundadora del Club de Malasmadres