Claudia no esperaba que la estancia con su abuela Miao-San fuera a cambiar su vida. En un ambiente de paz y serenidad y mientras diseña ideogramas sobre papeles de arroz, la enigmática anciana le cuenta a su nieta retazos de la historia familiar, un pasado terrible que pesa pero que enorgullece a todo el que se sabe ligado a él. De esta manera, Claudia conoce la dura vida de su bisabuela Ópalo, una irresistible espía durante la Gran Guerra, una mujer que tomó parte activa en la época que le tocó vivir.