Año 2000. Una serie de asesinatos, bautizados por la prensa como "los crímenes de la cruz flechada", trajeron de cabeza a los ertzainas encargados de investigar el caso, entre ellos Mikel Goikoetxea, "Goiko", quien, a pesar de esforzarse al máximo, no conseguiría resolverlo, en lo que, a posteriori, supuso el único fracaso en su historial como investigador de homicidios. Año 2019. A pesar de sus reticencias iniciales Goiko, que ahora ejerce como detective privado, accede a participar como asesor en una película que se rueda en Bilbao, basada colateralmente en los no resueltos "crímenes de la cruz flechada". A pesar de ser consciente de que pueden removerse viejas heridas, Goiko confía en que pueda servir como coartada para reabrir un caso en el que no ha dejado de pensar en los últimos veinte años. Para ello contará con la providencial ayuda de una joven ertzaina que no participó en su día en la investigación y que, por lo tanto, está en condiciones de aportar una nueva mirada a lo acontecido.