A los veintiocho años, la lectura de La comedia humana condujo a Émile Zola a concebir el proyecto del ciclo novelístico de Los Rougon-Macquart iniciándolo con dos novelas: La fortuna de los Rougon y La jauría. En esta última, ambientada en el París de la revolución urbanística del barón Haussmann, Aristide Rougon triunfa en la especulación inmobiliaria y su hijo Maxime, un joven Narciso, se convierte en un galán de moda. A su lado, sólo Renée, la madrastra de Maxime, que revive en sus amores incestuosos la tragedia de Fedra, comprenderá el mito del dinero y su cáustico efecto de hastío y deshumanización.