Estamos ante una nueva novela negra de la serie de Ricardo Blanco, pero, en este curioso caso, el protagonista es también la víctima de la historia. Efectivamente, nada más empezar, el detective es atacado y herido por un desconocido en la entrada de su casa. Ricardo Blanco ha sobrevivido pero necesita averiguar quién lo quiere muerto, a quién ha hecho tanto daño. Empieza así un misterioso viaje por la isla de Gran Canaria, que es también un viaje interior. La obra, que mantiene todos los rasgos de la literatura de Correa, es esta vez, más que una novela negra, una reflexión sobre la condición humana y un tratado íntimo sobre el miedo.