El catedrático de Derecho Internacional Barcia Trelles nos traslada a la época imperial del siglo XVI, al momento en que coincidieron las espadas conquistadoras con las principales figuras intelectuales que nutrieron las universidades españolas de aquellos años, cuando por primera vez en la historia se plantearon problemas de carácter específicamente internacional, revelándose las dificultades para determinar jurídicamente cuáles eran las consecuencias del descubrimiento del Nuevo Mundo y de su conquista. Con el objetivo de demostrar que España es la indiscutible cuna de la ciencia internacional, se nos explica que este hecho era inevitable, teniendo en cuenta la realidad a la que la Monarquía Hispánica tuvo que enfrentarse, requiriendo de principios innovadores que ofrecieran una adaptación a la situación. Uno de los principales impulsores de estos principios innovadores fue el dominico Francisco de Vitoria, un espíritu que, según el autor, inmortalizó al país al expresarse con el lenguaje de los ciudadanos del mundo. Un jurista implacablemente lógico, sin miedo al cambio radical en defensa de la verdad, cuyo espíritu intelectual estuvo presente y fue notorio durante la Controversia de Valladolid de mediados del siglo XVI, al haber cuestionado antes que Fray Bartolomé de las Casas la licitud de la conquista de América. En esta edición de 1928 dividida en tres partes, el autor diserta sobre las principales tesis del fraile burgalés ofreciendo una versión didáctica de sus reflexiones y comprensible para un público extranjero, incluyendo en sus capítulos analogías a momentos históricos posteriores como el Tratado de Versalles de 1919, la Conferencia de Berlín de 1885 Exponiéndonos a fin de cuentas una versión actualizada de los pensamientos del padre del Derecho Internacional.