Dos de las grandes obras de Chéjov en nuevas traducciones concebidas para la escena y con textos complementarios inéditos, entre otros, de Stanislavski y de la actriz Maria Chitáu, que estrenó La gaviota en 1896.En La gaviota asistimos a un duelo entre cuatro personas: una madre, Irina Arkádina, su amante Trigorin, escritor famoso, su hijo Tréplev, escritor en ciernes, y la amada de este, Nina. Tío Vania relata la historia de la monótona y tranquila vida de la hacienda campestre de Serebriakov, que se ve alterada con el retorno de su propietario.