Trasnavegar por los canales patagónicos que confluyen en el estrecho de Magallanes,un pequeño comerciante palestino desembarca en Puerto Edén, vende las prendas yobjetos que lleva en su fardo y se dirige luego a una pulpería;allí, antealgunos galeses, polacos y gallegos, «el Turco», como le han apodado, empieza anarrar un relato muy antiguo sobre mercaderes fenicios... El hombre se llamaAladino Garib, y es el protagonista del cuento que datítulo a esta nueva obra de Luis Sepúlveda. «Porque mientras los nombremos ycontemos sus historias, nuestros muertos nunca mueren», dice el personaje deotro de los cuentos. Y para rescatar del olvido momentos, lugares y existenciasirrepetibles ha escrito Luis Sepúlveda La lámpara de Aladino, una lámpara de laque surgen, como por arte de magia, doce cuentos magistrales.LaAlejandría de Kavafis, Ipanema en carnavales, unHamburgo frío y lluvioso, la Patagonia, el Santiago de Chile de los añossesenta o la recóndita frontera de Perú, Colombia y Brasil son algunos de losescenarios de La lámpara de Aladino. En estos doce relatos, que son cada uno deellos una novela en miniatura, Luis Sepúlveda da vida a personajes inolvidablesy a las historias más hermosas que se hayan contado en muchos años.Prometedorascitas que nunca tendrán lugar, historias de amor que se prolongan a lo largo delos años, encuentros con la muerte en medio del bullicio, viejos hoteles en losconfines del planeta queatraen a los más peculiares viajeros, hombres que arrastran vidas únicas por mediomundo, una reunión de personajes surgidos de la célebre novela Un viejo queleía novelas de amor... A todo eso asistirá el lector a medida que se adentreen sus páginas.