Con esta antología de relatos Chae nos habla a nosotros: a los nuevos perdedores del capitalismo. Generaciones y generaciones de jóvenes sobreformados en un mundo sin oportunidades. ¿Qué nos diferencia de aquellos muchachos, jóvenes universitarios, que arrastraban los pies por las calles de Seúl en los años treinta para ir a gastarse juntos sus últimas monedas en el bar Con un estilo desvergonzado, Chae Mansik denuncia la existencia precaria de una sociedad arrasada. Sus personajes, nítidos pero nunca caricaturescos, se mueven por espacios que podemos reconocer;ellos mismos nos resultan incómodamente familiares. Chae no escribió sobre héroes, sino sobre idiotas. Y esos pobres idiotas demuestran que las invasiones no son solo territoriales, también destruyen las mentes, la cultura, las instituciones: entran a los hogares. Un joven con pocas luces que desprecia la militancia política de su tío, un universitario obligado a racionar sus últimos wones para no morir de hambre y un policía aterrorizado por el mismo sistema del que es parte.