Comunicar nuestros sentimientos se puede convertir en un tabú, por miedo a que la sensibilidad cruce la delgada línea que la separa del ridículo. Cada época, cada cultura, cada poeta elaboran de forma diferente su experiencia del amor, la amistad, la naturaleza, el paso del tiempo o el sentido de la vida. Esta es la historia sentimental de la poesía española hasta el siglo XVIII.