La nueva configuración a Cristo conferida por el sacramento del orden es una llamada continua a buscar la integración entre el ejercicio consciente del misterio y la oración. Esta obra se pregunta sobre el sacerdote orante a través del ministerio confiado y el modo en que la actividad litúrgica, la vida íntima y su existencia en-viada a recibir el don de una mística identificación. Habilitado para un culto nuevo enraizado en Dios y polarizado hacia su pueblo, la misma vida del sacerdote experimenta una fuerza unificadora. Desde una oración comprendida como dinamismo antes que como tarea, según una intuición del Concilio Vaticano II y con una amplia síntesis del magisterio posconciliar, este volumen presenta al sacerdote lo específico de su oración como servidor del Pueblo de Dios por voluntad de Cristo.