¿A qué viene este libro, quiénes lo escriben?, ¿Por qué esta demoledora crítica al cristianismo proferida por los mismos cristianos? ¿Qué está pasando? ¿A qué viene volver a hablar de religión y de Dios, si ya tenemos bastante con sobrevivir y darnos alguna alegría de vez en cuando? ¿Para qué trasladarnos al etéreo mundo de los Santos, de la Salvación, de una Providencia que cuesta mucho ver en la historia y en lanaturaleza? ¿Acaso la religión no ha sido ya sustituida por la terapia, la caña en la terraza y la salud integral? Parece que el tiempo de la religión, tal como se ha entendido hasta ahora, se está acabando. Hay otras experiencias o propuestas que cumplen fines parecidos sin necesidad del tufillo rancio o de la pátina de lo antiguo. Se trata de convicciones nuevas que ofrecen alternativas más aceptables que ese mundo tan explícitamente sagrado o descarnadamente sobrenatural. Por eso el título Después de las religiones que indica una superación de las formas en que se expresa la religiosidad o trascendencia. 10