La cultura no es una fina piel que podamos_x000D_ separar, cuando mejor nos convenga, de nuestras actividades económicas y_x000D_ políticas cotidianas. Muy al contrario, su núcleo es móvil, inaprehensible y_x000D_ siempre permanece teñido por las transformaciones sociales que se dan a su_x000D_ alrededor y de las que depende tanto su fuerza como su existencia. Ahora bien,_x000D_ sería también un grueso error reducir toda cultura a una simple expresión_x000D_ refleja de la vida económica y política, como si la vida cultural fuera un_x000D_ triste muñeco manipulado al estilo de la ventriloquía. El activismo cultural_x000D_ neoliberal y el marxismo más ortopédico se han manejado, en ocasiones_x000D_ astutamente, en estos espacios de desconexión y vaciamiento de lo cultural._x000D_ Este libro contiene múltiples historias que parten de esta hipótesis de_x000D_ trabajo, de este horizonte. Tomando como eje las herramientas del romanticismo_x000D_ y el empuje de la crítica cultural, se analizan aquí diversos casos: desde el_x000D_ corazón nihilista y romántico del postpunk en Manchester hasta la perspectiva_x000D_ cultural inserta en el corazón del proyecto hayekiano, pasando por el_x000D_ nacimiento del espectador moderno, por el pensamiento de María Zambrano o la_x000D_ poesía de Alejandra Pizarnik. Entre las historias de este libro hallamos un_x000D_ análisis de la relación de Marx con la poesía o la idea de este respecto a la_x000D_ revolución en España. Un libro de análisis crítico de la cultura contemporánea_x000D_ cuya finalidad sería la de tratar, desde estas múltiples historias, de abrir_x000D_ grietas -aunque sean pequeñas- en el apelmazado modelo cultural en el que nos_x000D_ movemos.