En sus últimas publicaciones conjuntas, Carlos Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero han insistido en la necesidad de replantear un posible diálogo entre marxismo e Ilustración. Para ello, era preciso repensar la articulación entre Mercado, Derecho y Capital, reconstruyendo el concepto de ciudadanía. Y había que hacerlo de modo que no se le hiciera el favor a la ideología liberal de otorgarle el derecho de propiedad sobre los conceptos fundamentales de la tradición republicana. El marxismo no pudo hacer un peor negocio que el de regalar al enemigo la idea de Estado de Derecho, vetándose así las mayores conquistas teóricas del pensamiento de la Ilustración, al tiempo que se enredaba sin remedio en la tarea insensata de inventar un «hombre nuevo» más allá de la ciudadanía. Por el contrario, lo interesante habría sido demostrar, por una parte, la incompatibilidad del capitalismo con los principios jurídicos del estado civil republicano y, por otra, la posible realización de estos bajo condiciones socialistas de producción. Ahora bien, independientemente de la oportunidad política de este planteamiento, ¿se trata realmente de una tesis marxista? No hay otra forma de decidirlo que emprendiendo la lectura en su conjunto de la obra clave de Marx. La tarea de este libro es mostrar que la estructura de El capital es ininteligible si se arranca a Marx de la tradición republicana. Y que, en cambio, los más famosos enigmas y cuentas pendientes de esta obra inacabada adquieren una nueva luz si se le restituye al pensamiento de la Ilustración el papel que ahí le corresponde. Al mismo tiempo, se trata también de ofrecer aquí una lectura fácil y sin presupuestos de los tres libros de El capital, mostrando su cada vez más inquietante actualidad.