Ovidio pasa unas «vacaciones» en casa de su amigo Máximo Cota (Ponto II 3, 83). Una terrible noticia le llega. Mediante un decreto de Augusto, recibe la fatal orden por la que se le destierra a Tomis (la actual Constanza rumana), en la nación de los getas, a orillas del mar Negro. Ovidio estaba en su momento de máximo esplendor literario, reconocido por sus coetáneos como el mejor poeta vivo, y después de haber glorificado a Julio César y divinizado como Júpiter al propio Augusto en sus todavía inacabadas Metamorfosis.Tristezas y Pónticas son dos de las obras cumbre de Ovidio, uno de los mejores poetas de la Antigüedad. Su belleza formal sólo es comparable a la profunda y embriagadora melancolía que connotan sus versos, cantados desde el obscuro destierro del poeta.