En "Los cabellos de Absalón", Calderón de la Barca desarrolla la historia bíblica de Amón y Tamar, añadiendo al relato primitivo no pocos elementos de su propio ingenio a fin de convertirlo en un argumento representable ante el público español de los siglos de oro. Esta edición lleva a cabo un minucioso rastreo filológico de fuentes y testimonios con tal de fijar el texto de la obra y depurarlo de los insertos y modificaciones que, ajenos a la voluntad de Calderón, se habían venido transmitiendo desde que fuera dado a imprenta por primera vez. El resultado es un texto muy diferente al que la tradición había recogido hasta ahora, e inaugura nuevas perspectivas para el análisis de su contenido filosófico, político y de crítica social.