A pesar de que, actualmente, "El Solitario" se cuenta entre las obras más desconocidas de Concha Méndez, no solo es uno de los proyectos literarios a los que más tiempo y constancia dedicó, sino también uno de los más logrados en el plano estético y de los más valiosos para comprender el conjunto de su literatura. En ella, Méndez dio cuerpo escénico a los temas mayores de su lírica llevándolos al ámbito del teatro, un género por el cual siempre había demostrado interés. "El Solitario" refleja cómo temas secundarios o no presentes hasta entonces en la obra de Méndez, como la soledad y el exilio, cobran fuerza en su obra a partir del desastre de la guerra civil y del periplo lejos del hogar que supusieron los años siguientes.