En las sociedades existe una tensión entre las emociones tristes y las amables. Cada país tiende hacia un lado u otro de la balanza, y esto define su identidad cultural. A veces, ese balance se ha inclinado demasiado hacia los sentimientos llegando a producir discursos de odio y dogmáticos. Es el caso de España y América Latina en algunos momentos de su historia. Un ensayo actual, que explora cómo la historia depende del temperamento de las sociedades. A través de las emociones colectivas, Mauricio García Villegas analiza el papel que los odios han ejercido en los asuntos sociales y como se perpetúan en nuestras sociedades cada vez más polarizadas.