La Virgen María, Madre de Dios, es una figura central dentro de la fe católica. Su sí confiado es el mejor ejemplo de entrega al designio divino. Por eso es necesario revisar y analizar lo que sobre ella se ha dicho en las Escrituras. Es lo que hace el autor, destacando las doce estrellas que coronan a la Virgen y que la definen como la mujer que acoge la voluntad de Dios y lo porta en su seno, que es obediente y fiel al Espíritu, inmaculada, virgen y esposa, que vive la pobreza y el silencio, que peregrina en la fe y recibe la profecía de la espada, que permanece junto al Siervo redentor y queda configurada con el cuerpo glorioso de su Hijo…