Las meditaciones de esta obra han sido escritas por un teólogo que durante muchos años ha buscado con todos sus recursos intelectuales una mejor comprensión de la fe cristiana. Son meditaciones que, además de gran belleza en su estilo y en su mensaje, están cargadas de una profunda experiencia mística. El autor las ha escrito con el deseo de que sirvan para que despertemos a ese «maestro interior»: el Espíritu Santo, que actualiza en nosotros la experiencia de Jesús, a fin de que podamos ir construyendo ya en este mundo la fraternidad sin discriminaciones, en la confianza de que todo lo que vayamos tejiendo desde el amor, ya nunca muere. Las meditaciones se agrupan en cinco capítulos, dedicados a los grandes interrogantes del ser humano, el encuentro con Jesucristo, el caminar de la vida en la Presencia de Cristo, la Iglesia como signo de la historia y la esperanza en Dios.