Pocas cosas como la libertad y el constitucionalismo pueden considerarse patrimonio común de nuestro continente, en la actualidad el único que, en su conjunto, ha posibilitado que no sea una quimera la persecución de aquel anhelo formulado en 1812 por la Constitución de Cádiz: el fin de toda sociedad política no es más que el bienestar de sus miembros. El presente libro explica el largo proceso histórico a través del cual nuestra libertad fue construyéndose de la mano de las Constituciones aprobadas en los diversos Estados europeos desde finales del siglo XVIII. Después de examinar la ruptura histórica con el absolutismo que supuso el Estado liberal, aborda las novedades esenciales de la Revolución -la Constitución y el Estado representativo- y traza los distintos desarrollos que han experimentado los Estados europeos hasta nuestros días. Completa el libro un útil cuadro sinóptico sobre las grandes etapas del constitucionalismo.