Este libro aborda la historia de la Península Ibérica en el último período de la presencia romana en el territorio, en una espacio cronológico que va desde la subida al poder del Emperador Diocleciano (284 d.C.) hasta el 409, año en el que suevos, vándalos y alanos pasaron los Pirineos procedentes de la Galia y ocuparon varias provincias de Hispania. El siglo IV fue, en Hispania, un siglo de recuperación, que conoce la capitalidad Emerita (Mérida) y el renacimiento de las grandes y espléndidas villae romanas pobladas de mosaicos. Esta segunda edición, corregida y aumentada, presenta, a través de un minucioso análisis de toda la documentación disponible (la arqueológica, la epigráfica, la jurídica, la literaria) un panorama amplio y completo de todos los problemas históricos del periodo, como son la evolución de las ciudades, la presencia y organización del ejército, la economía, el cristianismo, la administración, y el cambio que supuso la presencia de los llamados pueblos «bárbaros».