El Hombre Rata propone que Kitaro cobre por sus servicios y se convierte en su agente. Su primer encargo será luchar contra un yokai llamado Onmoraki, que tiene la facultad de separar el alma y el cuerpo. Tras vencer al escurridizo yokai, Kitaro renuncia a la recompensa, lo que hará que el Hombre Rata siga su propio camino y trate de arrebatar a Kitaro el protagonismo de la serie, a la vez que se alía con Hoko, un yokai apasionado de los encurtidos y con la capacidad de controlar los cuatro elementos de la naturaleza. Con este número 11 ponemos fin a la serie de Kitaro, a pesar de que en Japón cuenta con más volúmenes. El motivo de esta decisión, que sigue la estela de la edición francesa publicada anteriormente, es que hemos elegido publicar solo las historias que, según nos consta, fueron en gran parte dibujadas por el propio Shigeru Mizuki antes de que se le unieran (demasiados) ayudantes.