Hogares que huelen a juguetes, valles donde las margaritas destellan y corazones que laten al mismo compás mientras se observa la vida desde los balcones... En Un arcoíris todos los días Arantxa Solís expresa, desde lo más profundo de su alma, las vivencias de sus hijos durante la pandemia del coronavirus y la explosión de vida que protagonizaron durante la lenta desescalada. En verso y a través de la mirada de los niños, este es el poemario de una madre que encarna la voz de millones de padres que compartieron las mismas emociones mientras los más pequeños de la casa llenaban paredes y ventanas de arcoíris y transformaban su habitación en el patio del colegio. Como dice en el prólogo la reconocida escritora Francisca Aninat al presentar a la autora, el lector disfrutará en estas páginas de un «vuelo poético», un maravilloso viaje de la mano de los niños, esos maestros menudos que nos enseñaron a sonreír incluso con el rostro semioculto.