Con los derechos de las personas trans en el centro de la política, los medios de comunicación y la cultura, sigue existiendo el mito generalizado de que las criaturas trans de hoy en día son una generación completamente nueva, pioneras en un campo lleno de nuevos. Historias de la infancia trans echa por tierra este mito, descubriendo una historia del siglo xx hasta ahora desconocida, en la que la infancia trans no sólo existía, sino que preexistía al término desempeñando un papel central en la medicalización de las personas trans, y de todo el sexo y el género. Empezando por los primeros años del siglo xx, cuando las criaturas con sexo "ambiguo" buscaron por primera vez atención médica, pasando por los años 30, cuando los transexuales empezaron a buscar a los médicos que se dedicaban a alterar el sexo de las criaturas, hasta la invención de la categoría de género y, finalmente, a los años 60 y 70, cuando, a medida que el campo se institucionalizaba, las criaturas trans empezaron a tomar hormonas, a cambiar sus nombres e incluso a acceder a la confirmación de género, Jules Gill-Peterson reconstruye la me