¡Qué pesada carga la de vivir entre los mundos! Las cualidades humanas que se requieren para equilibrar las energías sin llegar a desequilibrarse uno mismo están al alcance de muy pocos. En estos maravillosos años que llevo al lado de Mi Ángel, he presenciado cómo incluso al borde de la extenuación, siempre tiene un hilo de vida para darlo por cualquier persona que realmente lo necesite: ¡esto es amor verdadero! No puedo sino compartir las fascinantes y extraordinarias experiencias que he vivido junto a ella, en las que se mezcla lo visible y lo invisible y que con toda seguridad, a nadie van a dejar indiferente... .