Los habitantes de Peñafonte, una pequeña aldea minera, tratan de subsistir en el particular equilibrio establecido tras los trágicos eventos de los últimos años: la revolución obrera de 1934, la Guerra Civil, la represión de la dictadura y los avatares personales de este singular elenco de personajes. La boda de los jóvenes Jovita y Arbicio parece devolver por un momento la esperanza al pueblo, brindar la oportunidad de dejar atrás el funesto destino que corresponde a sus habitantes por herencia y hacer revivir a una comunidad aislada del mundo y rodeada de fantasmas. Fulgencio Argüelles traza en esta novela un retrato veraz y profundamente conmovedor de las hondas heridas que plagaron nuestro pasado, y eleva Peñafonte, microcosmos inconfundible de la España franquista, a la categoría de lugar mítico en la estela de Rulfo, García Márquez o Cela.