La semántica de la geopolítica china pivota sobre medio centenar de conceptos, que se repiten sin cesar en la mayoría de los discursos y que tienen como idea final el concepto de ganar-ganar, el clásico win-win, aplicado a todas las esferas de la actividad humana. Como se verá, el ganar-ganar, el beneficio mutuo y compartido que tanto se predica, en realidad esconde y conlleva, según los casos, una búsqueda de ventajas para China, y en particular para sus intereses económicos. Interesa remarcar, a pesar de ello, que este discurso de naturaleza más bien simple y de fácil comprensión es sumamente atractivo y, por ello, eficaz. De ahí que seduzca a medio mundo, que ve a China como una oportunidad, un mecenas, un aliado y un socio, y no un explotador aprovechado, un buitre o un apropiador. Esta seducción tiene parte de espejismo y parte de realidad, pues la penetración económica, comercial, inversora y política china en gran parte de los continentes no es gratuita, sino el resultado de una gran estrategia, muy sutil y con resultados a medio plazo, que podría convertir a China en dueño y señor de gran parte del