El entrenador Humberto ha fallecido. Pedro Dragar regresa a Goldo para asistir a su entierro. Han pasado 13 años desde que, en 1981, Pedro abandonase la ciudad para iniciar el camino para convertirse en jugador de baloncesto. Después de viajar desde Estados Unidos, se reencuentra con sus antiguos compañeros del CB Fólsic y, también, con Jana Luaces, su amiga y confidente de la que se distanció después de marcharse de Goldo. El presente y los recuerdos se entremezclan en una novela sobre la amistad, el amor, la nostalgia, el paso del tiempo y el sacrificio.
