La historia de una ilusión condicionada por la distancia, en el marco de una Barcelona en confinamiento.Sola en su piso de la Pedrera, Martina está atravesando un gran momento vital en total armonía con los miles de turistas que se pasean por el edificio y los cientos de personas que trabajan en él. Pero nada es tan brillante como parece, y el encuentro casual con un desconocido la sumerge una montaña rusa de sentimientos que había olvidado y que no contaba con volver a vivir. Un gesto tan simple como un abrazo hace tambalear su mundo tranquilo y controlado, empujándola a una relación que irá tomando forma poco a poco gracias a las redes sociales.Sobre La última vecina: «La novela presenta ante el lector todo un escenario de anécdotas y confidencias, con nombres y apellidos, que le acercan al mundo que se oculta tras esas imponentes piedras.» Agencia EFE