Las variaciones Goldberg y otros lugares comunes es un poemario, desde su título, provocador y educado. Lo segundo por razones de cortesía, antes de cambiar la ley, toda ley, hay que aceptarla. Lo primero, porque aceptada ésta, de un creador se espera la recreación. La tradición y la traición. La palabra, el inconmensurable misterio de la palabra, el amor, el recuerdo y el olvido son las cuatro columnas salomónicas que portan este pretencioso baldaquino inédito. La poesía es biográfica casi por definición, aunque el pudor cubra sus narcisistas descuidos. Todo lo que escribimos lo hemos leído,sólo la magia consigue alterarlo a su estilo. Como diría Yeats, todos los niños son poetas, algunos se atreven a aceptarlo muchas años más tarde. Leo versos desde entonces, pero éste es mi primer libro de poesía.