La historia cuenta la saga de una familia en Palma de Mallorca que vive y sufre los sucesos que ocurren desde 1793 hasta 1833, no exenta de altibajos políticos, que afectarán sus vidas y marcarán su existencia siempre complicada. Es una época donde España se abre en dos mitades, dos bandos que persistirán a lo largo de todo el siglo XIX. Fernando VII vuelve a anudar las cadenas rotas con la Constitución de Cádiz e inicia una política absolutista. El trienio liberal, la llegada de los Cien mil hijos de san Luis, las sucesivas represiones en La década Ominosa (de 1823 a 1833) y los sospechosos «impurificados». El tumulto se congregó hasta casi la madrugada. Muchos llevaban piedras para atacar a los que consideraban adictos, otros, con antorchas encendidas, hacían hogueras. Su odio les conducía a quemar y destruir todo lo que presagiara constitución al amparo de un rey absoluto que acababa de nacer para todos los españoles