Tras un último año en el que pierde a sus padres, su novia lo abandona y ve la relación con su hermano seriamente dañada, Berto se reencuentra con Lisa, un antiguo amor de la infancia. Con miedo y muchas dudas, no tarda en renacer en ellos su amor olvidado, aunque su relación no es precisamente un camino de rosas. En Quizá lo quiso el destino vemos lo más bello y lo más amargo del amor, en una mezcla de sentimientos que cautivarán al lector.