Este libro ofrece un análisis de la historia de Filipinas en el siglo XIX a través de una original perspectiva: el estudio de una importante familia hispano-filipina, los Roxas, sirve de cauce para analizar los principales sucesos vividos en el archipiélago. A través de esta familia, se analiza la historia política del archipiélago, marcada por las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, el posterior recorte de libertades y derechos de los nacidos en Filipinas, la desigual batalla en pro del reformismo de la administración, o el largo camino de reclamaciones de la población de las islas que desembocó en la revolución de 1896. Se contempla también la evolución de la economía, que pasó de un modelo de intermediación articulado en torno al Galeón de Manila y el intercambio de productos asiáticos por plata americana a un modelo agro exportador basado en el azúcar, el tabaco, el abacá y otros productos. Ese proceso propició una incipiente industrialización, la creación de compañías de dimensión internacional y una importante penetración económica extranjera. Se observan, finalmente, los notables cambios producidos en la sociedad filipina y las complejas relaciones e interacciones mantenidas entre los distintos grupos de población: españoles peninsulares, criollos, mestizos españoles, mestizos chinos, chinos y demás extranjeros, y la amplia y diversa población nativa.