Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio es un poemario escrito desde los aledaños del lenguaje, desde ese lugar limítrofe en que las palabras coquetean con el más allá de sí mismas para acabar devorando el propio espacio que habitan. Y así, acondicionar un no-lugar en que, de improviso, aparece la poesía como la reveladora marca de un señuelo inalcanzable. Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio es un poemario escrito desde las entrañas y que se convierte a sí mismo en entraña, un bucle de víscera capaz de erigirse en el firmamento de la página en blanco como una pléyade de sorprendentes metáforas que buscan iluminar una certeza que se sabe perdida. Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio es un libro-alojamiento donde merece la pena ir a parar. 10