A una edad muy temprana, Luz se dio cuenta de que no aprendía al mismo ritmo que sus compañeros de clase. Con el tiempo se dio cuenta de que era disléxica. Pero no desistió, aprendió a convivir con esas dificultades y acabó haciéndose toda una experta en lingüística. Ya de adulta Luz ha conseguido desarrollar un test que permite detectar el riesgo de dislexia en menos de quince minutos.