El contenido del libro está explícito en el subtítulo: en la URSS no se construyó nunca el socialismo sino un nuevo modo de explotación: el colectivismo burocrático, con una nueva clase dominante: la tecnoburocracia gestora, con un claro dominio de su fracción política, formada por los dirigentes del Partido bolchevique y del Estado, unificados. El libro hace historia del proceso y lo analiza teóricamente y señala cómo el pensamiento se acerca a esta idea desde distintos enfoques, pero también desde diferentes enfoques la rechaza. El tema es importante no sólo como aniversario de la revolución rusa, sino porque también en occidente se ha formado, y a nivel global ya, la tecnoburocracia gestora, con predominio aquí de su fracción managerial, lo que la permite, de momento, no romper con el capitalismo.