Salem, 1692. En este tranquilo pueblo de Nueva Inglaterra, tres jóvenes afirmaron ver a sus vecinas practicando la brujería. Los historiadores nos cuentan que la tortura y la presión social que recibieron les hicieron iniciar una carrera de acusaciones infundadas entre la población. Pero, ¿y si dijeron la verdad? ¿Y si en los oscuros bosques de Salem se escondían brujos susurrando hechizos? ¿Cómo hubiera sido entonces su historia?